El arte que persiste: Mariana Montero en el IES

El 17 de agosto de 2012, el IES perdía a una de sus docentes más queridas por alumnos y colegas. A siete años de su partida, una profesora y amiga eligió recordar lo que hacía a Mariana una persona tan especial.

09:05 am. Los alumnos vuelven rezagados del recreo, los profes por detrás… también. La profe Montero entra a 4° para seguir evaluando. Tema de hoy: vanguardias artísticas.  El curso es un desorden, los bancos están dados vuelta amontonados al fondo; en los dinteles del aula, sentados, los alumnos. Arte dadá.

Sin duda los alumnos comprendieron el tema, la consigna y desbordaron creatividad. Como aquella vez que a la misma profe se le ocurrió producir burros de madera artísticamente intervenidos por los alumnos de 2° y salir por las calles de Villa Carlos Paz a pasear. ¿Se imaginan ustedes alumnos del IES paseando burros por la calle? Muy divertido, ¡hasta en los diarios salió!

Así era la profe Montero, Mariana para nosotros. Una deliciosa mezcla de humor ácido y desborde de creatividad. Un café con ella era un boleto de ida a la risa. Puro talento y luz.

Había pasado muy poquito tiempo de aquel triste día en que ella partió cuando se metió en uno de mis sueños, caminaba liviana y sonriente por los patios de la escuela, iluminando todo con su paso firme. No estábamos preparados para tu inesperada partida. Fue un día gris, frío y silencioso. Un hueco quedo adentro nuestro, de nosotros y del cole. Y tu inagotable creatividad hizo nacer allí un árbol, paciente y luminoso que nos cuida y acompaña cada día, cada recreo, cada locura.

Porque sólo los locos se aventuran a volver a la escuela ya de grandes y vos estás acá en los sueños y corazones de cada uno. De los que te conocimos y de los que no también. Lo sé, porque marcaste una huella que muchos elegimos seguir.

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