Todos los alumnos de 6° año tienen, a partir de este año, el espacio curricular “Filosofía” atravesado por el eje de Educación Sexual Integral. Una de las actividades de intervención pedagógica consiste en trabajar diferentes productos culturales que aborden temáticas afines. “La chica danesa” fue una de las películas utilizadas como recurso, que resultó en la producción de ensayos por parte de los alumnos.
Por Bianca Arnaudo (6°B)
Ambientada en el año 1926, “La Chica Danesa” cuenta la historia basada en hechos reales de Einar Wegener, que luego se convirtió en Lili Elbe. Fue la primera mujer en realizarse cirugía de reasignación de sexo (1930). Acompañado en su inicio por Gerda (la esposa de Einar) y el doctor Magnus Hirschfeld, médico y sexólogo alemán y defensor de los derechos de los homosexuales quien, junto al doctor Kurt Warnekros, realizaron las cirugías dándole carnadura a Lili, después de la decisión de Einar de adaptar el sexo biológico a la identidad de género femenina.

Einar fue el pionero en la cultura transgénero. En el desarrollo de la película podemos observar que lo que empieza como un simple favor a su esposa, y un inocente juego de roles, termina siendo una poderosa idea en la cabeza de Einar y la emergencia de su verdadera identidad de género. Ese juego de roles en el que Einar y Gerda se divertían vistiendo de mujer a Einar fue el comienzo de las expresiones de género que se van desenvolviendo a lo largo del largometraje y que terminan en una decisión riesgosa pero poderosa y valiente. Estamos hablando de una transformación radical que comienza torturando a Einar e incomodando su interior y su identidad por una dualidad prisionera. La dualidad hombre-mujer en una época en la que estaban preestablecidos los mandatos de género y de sexualidad, y hasta incluso el mismo protagonista no tiene noción alguna para describir o clasificar lo que le ocurría; todo estaba reducido al sexo biológico como único determinante del cuerpo sexuado. En el ámbito de la medicina y la psicología no existían los marcos teóricos adecuados para tratar con la transexualidad y otros tipos de sexualidades que salían de la heteronormatividad. Por consiguiente, tal era la ignorancia que se creía que la homosexualidad era una enfermedad psicológica digna de ser tratada con métodos represivos y crueles como el electrochoque. Claramente vemos en la película las escenas en las que Gerda y Einar, ante las caídas depresivas de Einar/Lili, van en busca de un doctor que les brinde las respuestas que necesitan ante la incertidumbre del no saber qué ocurría con el cuerpo de Lili que cada vez le resultaba más difícil identificarse como Einar/hombre. Los diagnósticos eran devastadores y no satisfacían los deseos de Lili: la trataron de loca (en una escena en la que la van a buscar con un chaleco de fuerza y ella escapa), le hicieron radiación en la zona genital para “curar su enfermedad” le dijeron que era un desorden hormonal que se podía curar.
Gerda, que durante toda la película se muestra como una mujer que iba en contra de los convencionalismos de la época, cuando empieza a notar que lo que está pasando con Einar es inevitable e irreversible, lo apoya con su amor más incondicional y puro. Esta es una de las principales razones por las que en mi opinión personal Gerda estaba en completa asincronía con la época en la que se encontraba. La valentía de Lili al enterarse que había un médico capaz de hacer realidad lo que venía siendo una anomalía y un deseo fuerte va en contra de todos los supuestos de la época. Lili siguió con el proceso hasta el final y nunca se dejó caer en los diagnósticos insatisfactorios que le dieron.
A fines de los años 80 y comienzos de los 90, como consecuencia de la lucha LGTTTBI y el feminismo, pero oponiéndose radicalmente a la rigidez de las clasificaciones duales “hombre-mujer” “heterosexual-homosexual” y abogando por la libertad de las personas a la hora de ser, de estar en el mundo y de relacionarse con el feminismo (años 90- actualidad) el movimiento reconoce la diversidad de identidades e incorpora componentes de la Teoría Queer como la igualdad de género, de orientación y de preferencia sexual, la no discriminación y la inclusión política de grupos marginados y excluidos.
A principios del siglo XIX en Europa y Estados Unidos la palabra “queer” era utilizada para calificar a hombres y mujeres de “raritos” era un insulto homófobo para todo aquel o aquella que ponía en cuestión lo establecido. Einar, si seguimos esa calificación, podría ser considerado como parte de esos “raritos” que les decían queer por el solo hecho de no sentir que su sexo biológico determinaba su identidad de género. En la película vemos cómo Einar lucha por seguir siendo Einar, pero Lili se apodera de todo su cuerpo haciéndolo entrar en un bucle depresivo del que no sabe cómo salir. Cuando él se da cuenta de que se siente por esencia una mujer, y que su verdadero ser es Lili, la depresión y la angustia se van. El apoyo incondicional de Gerda es un factor esencial y determinante en el estado emocional de Lili. A raíz de lo planteado anteriormente, a mi parecer un movimiento tal como lo es el movimiento Queer, es fundamental para esas personas que se sienten fuera de sí, y que por no sentirse hombres o mujeres por la condición de sus genitales son excluidos y marginados de todos los ámbitos de la sociedad. Y no solo son marginados los transexuales, también son marginados los negros, los pobres, los gays, las lesbianas, y aunque cueste creerlo, siguen marginando a mujeres. Es necesario deconstruir el pensamiento arraigado que tenemos de que por cuestiones de sexualidad, de color, de género, de clase social hay personas superiores a otras, y que nuestra condición biológica nos cierra espontáneamente nuestras elecciones y nuestra identidad. Nuestro cuerpo no debe ser una prisión basada en mandatos sociales y calificaciones peyorativas que nos someten a estar torturados bajo una identificación que no nos pertenece