La tarea del IES es posible gracias al trabajo en conjunto de varios equipos. Uno de ellos es el Gabinete de Orientación Psicopedagógica, conformado por las Licenciadas Adriana Mazzoccone, Ana María Tallar, María Amelia Herrera y Patricia Migliario. Aprovechando que el 17 de septiembre se celebra el Día del Psicopedagogo, conversamos con Adriana y Ana María, las psicopedagogas del IES, para conocer un poco más de sus tareas y de las funciones que tiene su profesión.

Adriana hace ocho años que trabaja en el Gabinete y Ana veintidós, además de desempeñar diferentes cargos del IESS. Juntas son responsables de las necesidades que surjan en 1° y 2° año, ya sean cuestiones que atañen directamente a los alumnos o a los docentes.
En líneas generales, se puede definir la tarea del psicopedagogo en las palabras de Adriana: “Es una tarea muy importante porque está en el límite: no estamos en la docencia, ni tampoco en la cuestión directiva. Ese límite es fundamental para nuestra tarea, porque necesitamos tener mucha objetividad para analizar los hechos”. Sin embargo, esta objetividad no implica un desapego o indiferencia, sino todo lo contrario: “Nos involucramos profesionalmente a través de la escucha”, agrega, subrayando un concepto central de la formación psicoanalítica a la que ambas responden. Esa escucha debe entenderse no sólo como una actividad de su parte, sino que involucra a múltiples agentes que conforman un verdadero equipo: “Es un trabajo en conjunto con los alumnos, los docentes, con el equipo directivo. Nos definimos más como ‘equipo de orientación’, ya que involucra trabajar con los preceptores, con los alumnos, con los padres –sea que la entrevista la soliciten ellos o el Gabinete”, comenta Ana. Eso no significa, por supuesto, que no haya por parte de los chicos una búsqueda por la escucha: “A veces los chicos vienen a golpear la puerta del Gabinete o le piden al preceptor que quieren hablar con nosotros y allí se abre un campo de intervención muy importante. Cuando un chico pide esta ayuda o esta intervención, muchas cosas en su vida pueden cambiar”.
Tanto Ana como Adriana se detienen a destacar que gran parte del trabajo que pueda realizar un psicopedagogo depende del espacio que le sea dado por el equipo directivo. En este sentido, ambas están más que satisfechas con el espacio que paulatinamente ganan en el IES: “Este equipo directivo nos ha potenciado el lugar. Si bien ellos son los directivos y seguimos sus lineamientos, nos viene dando un lugar de consulta, nos invitan a los Programa Nacional de Formación Situada (PNFS) para abordar alguna temática, y respetan mucho nuestras sugerencias”, expresa Adriana. Junto con esto, se modificó de manera notable el uso que los docentes hacen de ese espacio. Lejos de ser considerado un espacio exclusivo para alumnos, hoy en día la colaboración del Gabinete se amplió a las consultas y necesidades de los docentes, tal como lo expresa Adriana: “Ahora tenemos un rol más protagónico en el asesoramiento al docente. De hecho, Dirección lo ha plateado así, y ahora los docentes golpean la puerta y vienen mucho más al gabinete, que antes no pasaba”.
Gran parte del trabajo que realizan refiere a los alumnos con Necesidades Educativas Especiales, orientado a la conformación de aulas más heterogéneas: “Dentro de esta atención a la diversidad, se encuentra el trabajo con alumnos que requieren adecuación y que se complementa con profesionales externos −con los que los alumnos hacen un tratamiento y que sugieren el proceso de integración. Nosotras hacemos la coordinación entre los equipos externos, los padres, el alumno y los docentes”, explica Ana.
Existe todavía una concepción según la cual los alumnos que recurren al Departamento de Orientación presentan algún problema o disfunción. Afortunadamente, Ana y Adriana son testigos del movimiento hacia un nuevo paradigma, uno en el que se subraye el carácter orientativo y de acompañamiento de la tarea. Para que ese cambio continúe, es fundamental el tipo de tarea que desarrolla el preceptor, según explica Adriana: “Él es el que va a anticipando a los padres, va teniendo intervenciones con los chicos, y cuando interviene Gabinete es después de intervenciones de suyas o de profesores que no han tenido resultado”, mientras que Ana agrega que son los propios preceptores los que ofrecen el espacio del Gabinete: “Eso convierte lo convierte en algo a la mano, accesible para los chicos”.
Es necesario destacar que la tarea que se desarrolla en el Gabinete de Orientación Psicopedagógica no responde al formato de tratamiento, sino al de esclarecimiento. Eso hace que muchas veces encuentren un límite en el acompañamiento que pueden ofrecer a los alumnos: “Intentamos saber qué es lo que pasa y por qué, y eso muchas veces genera resistencias por parte de las familias. Los chicos a veces transitan la secundaria con mucha dificultad, no porque tenga que ver con la capacidad del alumno sino por las resistencias del orden familiar”, explica Adriana. En ese sentido, el trabajo de las psicopedagogas se concentra en las cualidades del alumno: “En los casos en los que vemos que es muy difícil que el entorno se modifique, apuntamos a qué cambio él o ella subjetivamente puede hacer, apelando a la responsabilidad y a la autonomía”.
Pensando en el trabajo a desarrollar en un futuro próximo, ambas están de acuerdo en que la Educación Sexual Integral es uno de los temas en los que deberían tener más participación. Se vuelve necesario, para Ana y Adriana, seguir trabajando en la forma de mejorar los contenidos, los abordajes y los momentos de intervención: “A la hora de trabajar con adolescentes es muy delicado, porque hay posiciones éticas desde las cuales se habla que no están exentas de hablar desde uno, y a veces eso puede ser iatrogénico y causar más desorientación”, explica Adriana.
Para finalizar, las psicopedagogas quisieron destacar el espacio que están ganando día a día: “Celebro que el IES nos de el lugar que nos está dando, me parece interesante. Creo que tenemos una salida más hacia las aulas, los chicos, los padres, los docentes y preceptores, y se ve que es un trabajo necesario para abrir espacios, aunque abordemos temáticas que no todos quieren tocar”, dice Adriana en nombre de las dos.