Por el Día del Director, conversamos con “Pocha” Pescetti, Directora jubilada

Existen fechas especiales que invitan a la reflexión y al recuerdo, a destacar las figuras que han colaborado en la construcción del presente. El 28 de septiembre se celebró el Día del Director, y aprovechamos para recuperar las palabras de Nélida “Pocha” Besada de Pescetti, Directora jubilada del IES.

Nélida Besada de Pescetti, conocida por los miembros del IES como “Pocha”, es Maestra, Licenciada y Profesora de Historia. Su trabajo como docente comenzó cuando tenía apenas 18 años, y tiempo después ingresó al IES como profesora. Eran tiempos en los que la institución era muy diferente a lo que es hoy. La construcción era muy sencilla, y los progresos en la infraestructura fue resultado del trabajo de docentes, alumnos, directivos y vecinos de la ciudad de Villa Carlos Paz. El trabajo era de todos y el objetivo era uno: “No había una planificación, era gente que se preocupaba por el instituto”.
Luego de años de docencia, “Pocha” integró la Dirección entre 1978 y 1988. Primero fue Vicedirectora y luego Directora, lo que le brindó la oportunidad de trabajar junto a nombres ilustres del IES. Norma Verdú encabeza el listado de colegas que la ayudaron en su tarea, junto a Rodolfo Mirgone y Eduardo Boqué Miró. Si bien no siempre hubo acuerdo con sus ideas, quedaron en la memoria de “Pocha” por ser personalidades comprometidas con la construcción del IES.
Entre sus mejores recuerdos se destacan sus años como docente, pero su paso por la Dirección ha dejado ideas de peso acerca de cómo llevar a cabo la tarea. En ese sentido, “Pocha” considera fundamental que el director trabaje en equipo: “Yo tenía muy buenas secretarias, eso es un fundamental para la Dirección. El Director está muy solo, llega un momento en que la decisión final la tenés que tomar. Pero yo le diría a todos los directores que tuvieran un equipo de profesores colaboradores, como un concejo de profesores”. El motor fundamental de su trabajo fue querer cambiar al IES, mejorarlo, encauzar su experiencia para que siga creciendo. En ese sentido, “Pocha” puede reconocer uno de sus tantos logros en los diez años de gestión: “Creo que el mayor cambio fue el trato con los alumnos. A los profesores los fui frenando con el autoritarismo que tenían”. La Dirección debe ser un espacio abierto, donde la escucha sea la herramienta fundamental para le director: “Lo que destaca a un buen director no es la diplomacia, sino ser conciliadora, moderadora, escuchar mucho y controlar cómo se desarrollan las actividades”. Esa escucha y apertura es necesaria tenerla con colegas, alumnos, padres, con todos los sectores involucrados en el funcionamiento de la institución: “Tiene que haber armonía, como en una familia”.
Pasaron muchos años desde la jubilación de “Pocha”. Por el IES han pasado sus hijos y nietos, y pudo conocer varias aristas del colegio. Pero a pesar de las épocas y los cambios, hay algo en el espíritu del IES que permanece: “Era un colegio democrático, éramos todos iguales, todos luchábamos por lo mismo. Y creo que hoy esa línea democrática sigue”.
Sin embargo, no hay que perder de vista a quienes son, según “Pocha”, los verdaderos protagonistas del trabajo diario: “Sin el alumno, no estarían los profesores ni los directivos. Lo más importante en una escuela es el alumno. Hay que entenderlos, acompañarlos ayudarlos, además de transmitir los conocimientos”.

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