El 1 de marzo fue uno de los días más esperados por alumnos y docentes: el regreso a las aulas. Bajo la modalidad semipresencial, los alumnos volvieron al edificio del IES a casi un año de enseñanza virtual. Para ese día la escuela se preparó con todas las exigencias del protocolo para COVID-19, un trabajo realizado por el Consejo Directivo del IESS que se destacó por la rapidez y la eficacia. De esa manera, hubo un regreso a las tradicionales formas de enseñar y aprender que la pandemia había puesto en pausa.
La primera semana de marzo estuvo dedicada a recibir a los estudiantes por año, para explicar el funcionamiento de las burbujas y de la jornada escolar. Además se instruyó a los alumnos sobre el uso de los espacios comunes, la ubicación de los bancos en el aula, el uso de los baños y la distribución de los recreos.
Los alumnos fueron recibidos por la directora Viviana Postay y la Vicedirectora Anabella Díaz, en conjunto con la Jefa de Preceptores Mónica Merlo y los preceptores de los cursos. Luego de pasar por el gazebo para aplicar las medidas sanitarias, se recibió a los alumnos en el patio cubierto para darles unas palabras de bienvenida. Los preceptores fueron quienes acompañaron a los estudiantes a sus aulas y les indicaron en qué lugar debían sentarse, de acuerdo al mapa de aula previamente confeccionado.
En la semana siguiente comenzaron las clases en instancia presencial, donde se les presentó a los alumnos las características fundamentales del trabajo en la bimodalidad. Gracias al arduo trabajo docente durante 2020, las aulas virtuales de cada asignatura ya estaban a punto con contenidos y estrategias para encarar el Ciclo Lectivo 2021.
La formación y distribución de las burbujas fue un trabajo complejo debido a la cantidad de alumnos y docentes que forman parte del IES. Cada curso está dividido en tres burbujas: naranja, violeta y rosa. Cada una de ellas tendrá una semana de clases presenciales y dos semanas de actividades escolares no presenciales para afianzar los contenidos. De esa manera, cada docente trabaja con grupos reducidos en aulas que cuentan con la ventilación y el distanciamiento necesario para cuidar la salud de todos. A través de una reunión de personal previa al inicio de clases, se les explicó a los docentes la importancia del cumplimiento del protocolo, especialmente del uso de barbijo y máscara protectora durante el desarrollo de las clases, y sobre la distancia que deben mantener con la primera hilera de bancos.
A pesar de la incomodidad que presenta acostumbrarse a las nuevas normas y espacios de la escuela, las primeras semanas se desarrollaron de manera exitosa. Los docentes pudieron aprovechar la presencialdiad para trabajar los contenidos troncales y más complejos de su asignatura, mientras que los estudiantes pudieron continuar con su formación de manera colectiva, junto a sus compañeros y docentes.