Durante el Ciclo Lectivo 2020, la asignatura “Biología” de 2° año trabajó desde la virtualidad el tema “Biodiversidad”. A modo de conclusión de los contenidos trabajados, los alumnos realizaron un viaje virtual y escribieron diarios de viaje para compartir sus experiencias.
En una primera etapa, los estudiantes viajaron por los bosques nativos de Córdoba, o algún recorrido por algunos recursos disponibles en la web que brindaban la información sobre la biodiversidad de la Provincia de Córdoba.
Luego, en la segunda etapa, los estudiantes se abocaron a construir un diario de viaje, donde debían describir en primera persona y de manera simulada el recorrido y los sentires del viaje virtual. Además, debían detallar la biodiversidad observada y sus características.
Los estudiantes realizaron trabajos muy ricos en imágenes y descripciones. En esta oportunidad acercamos el trabajo de Mailén Pazos.
Mi viaje por la biodiversidad de Córdoba

Antes de la cuarentena, estuve viajando por unos cuantos lugares, entre ellos hay uno muy especial: el bosque serrano, que es un lugar bellísimo. Al llegar allí me encontré con una chica que sabía muchísimo del lugar, y nos dijo que este bosque está entre 500 y 1300 metros a nivel del mar. Me dijo que la vegetación es muy amplia pero lo más común a encontrar es el molle o el árbol de coco, pero también podemos encontrar especies como el manzano de campo, el durazno de campo, el piquillín que tiene unos frutos hermosos que no son comestibles. Me dijo que la fauna del lugar es hermosa, que podemos encontrar mamíferos como zorros, pumas y hasta murciélagos, y no solo eso, sino que también tienen más de 250 especies de aves, y que para resumir un poco (ya que son muchísimos) podemos encontrarnos con ranas, sapos, iguanas y hasta escorpiones.

Me despedí de la chica y seguí mi viaje a los pastizales y bosquecillos de altura. Al llegar nos encontramos con un cartel informativo que nos decía que estábamos a más de 1700 metros del nivel del mar. Al pasar las horas salimos de excursión y nos encontramos con una cantidad extraordinaria de flora que no conocíamos, entonces se me ocurrió la brillante idea de investigar. Fue en ese momento que descubrí que el árbol más importante del lugar se llama horcomolle. Seguimos investigando un rato acerca de la flora del lugar, pero ya se había hecho hora de volver a nuestro hotel, y en ese momento me encontré con un animal que reconocería en cualquier lugar, ¡era un zorro colorado! De pequeña era mi animal preferido. Sacamos algunas fotos y seguimos camino hacia el hotel cuando nos encontramos con un pequeño embalse con algún pejerrey y truchas criollas, ¡era fantástica! Me hubiera encantado quedarme en ese lugar pero tuvimos que volver al hotel.

Después de días, horas y minutos ya había llegado el momento de volver a casa. Muy apenada, agarré mi bolso y me subí al auto. Al pasar las horas, estaba muy aburrida en el auto, cuando siento un ¡PUM! En ese instante me pude dar cuenta que pinchamos una rueda. Fue en ese momento cuando tomamos rumbo a otra ciudad cuya gomería deseábamos que esté abierta.

En el viaje hacia la ciudad pude darme cuenta de plantas que habíamos investigado en la escuela, algunas de ellas eran espinillos, otras moradillos y la carqueja. Obviamente había más pero no las reconocí.
Animales no vi, obviamente quería ver, pero bueno no vi nada. Fue en ese entonces cuando me di cuenta en dónde estábamos, ¡era el matorral serrano! O romerillal, como allá lo llaman. No hay muchas casas pero una que otra basta.

Ya habíamos arreglado la rueda y estábamos rumbo a casa, no tenía muchas ganas de volver, pero fue en ese momento cuando recordé a mi abuela, que me dijo que me estaría esperando con un súper pastel de papas. Fue en ese momento que mis ganas de volver a mi hogar crecieron y no veía la hora de llegar.