Resulta innegable que muchos de los egresados del IES se convierten luego en grandes personalidades de la ciudad en distintos rubros. La heterogeneidad de intereses de los egresados y el camino que construyeron una vez finalizada la escuela secundaria hacen pensar en la formación que el IES supo ofrecerles. En esta oportunidad conocemos un poco más a Candelaria Carreras, la responsable de que “Cande Pan y Pasteles” se haya convertido en poco tiempo en una reconocida marca de la ciudad.

Candelaria se recibió de la Orientación Economía y Gestión de las Organizaciones Administración – Especialidad en Gestión Administrativa en 2014, y su paso por el IES fue más que significativo para destacarse en su rubro. Por supuesto que recuerdos tiene muchos, sobre todo de los profesores que a su manera dejaron diferentes huellas en su formación. Candelaria recuerda que los primeros años de secundario no fueron muy fáciles para ella: “Tenía mucha incertidumbre, siempre fui de planear mucho mi futuro. Recuerdo muy bien 3° año, cuando teníamos que elegir nuestra especialidad: todas mis amigas habían elegido Ciencias Sociales y yo era más de los números. La verdad es que no me gustaba estudiar y los números eran mis mejores aliados”. Esa inclinación que Candelaria descubrió de sí misma tenía que ver en parte con su legado familiar: “Vengo de una familia llena de comerciantes y hoteleros. En casa no se hablaba de política, y la relación con el público la tenía desde los 12 años, porque mi mamá y mi papá me enseñaban a trabajar. Así que sabía con seguridad que al comercio me iba a dedicar”. Fue difícil separarse de sus amigas, pero Candelaria apostó por su formación y por sus intereses, y se decidió por Economía: “Sabía que esa especialidad me iba a dar muchas herramientas y así fue, desde hacer contratos, recursos humanos, contabilidad, etc.”.
Los profesores de su área son los que más recuerda, tanto por sus modos de enseñar como por la transmisión de valores. En especial, Candelaria destaca al Prof. Rubén Gudiño: “Él era un señor serio, que tenía un objetivo claro: que le saquemos el mejor provecho a su materia. Siempre le tuve mucho aprecio, respeto y realmente aprendí mucho de él”. Con el mismo afecto, recuerda a los preceptores que tuvo a lo largo de los años: “José Giménez sin dudas fue alguien que se quedó en mi corazón para siempre. Él estaba pendiente de todo. La verdad es que la calidad humana de profesores y preceptores siempre fue muy buena, y será siempre mi mejor recuerdo”.

Entre muchas anécdotas del IES, Candelaria destaca una que se vincula estrechamente con lo que es hoy su profesión. En el marco de la asignatura “Formación para la Vida y el Trabajo”, se organizó una feria de platos en el recreo para poner en acción los contenidos aprendidos: “El objetivo era hacer las listas de precios, sacar costos, y obviamente había una competencia entre todos los compañeros para ver quién se destacaba. Realmente le puse el alma. Habíamos cocinado un montón de cosas, y al llegar descubrimos que nuestros compañeros también se habían esforzado mucho. La competencia era bastante grande entre nosotros, fue un juego muy divertido. No recuerdo en qué quedó, pero sí que me abrió mucho la mente, me hacía pensar en cómo mejorar para la próxima, qué cambiaría, etc.”. Hoy en día, gran parte del trabajo administrativo de su comercio lo tiene resuelto gracias a su formación en el IES: “Sacar costos es mucho más fácil, al igual que los contratos, empleados, el balance del día y del mes. Es algo que me gusta mucho”.
Una vez egresada de la escuela secundaria, Candelaria hizo un curso de repostería que duró cinco meses, y luego continuó con la carrera de Pastelero Profesional. Esa decisión no fue de un día para otro, sino que es resultado de un interés que se venía gestando desde que era muy chica: “En mi casa nadie cocinaba, pero desde mis seis años jugaba a estar en un programa de televisión cocinando, sabía que en el fondo me gustaba”. Tan fuerte fue su inclinación, que a la hora de necesitar un poco de dinero decidió explotarlo comercialmente: “Mi viaje de estudios lo pagué haciendo tartas los días sábados, salía a venderlas por el centro”, recuerda. Sin embargo, la decisión de dedicarse profesionalmente a lo que le gustaba tampoco la tomó con liviandad. De hecho, poco antes de terminar las clases seguía indecisa, y la palabra de una de las psicopedagogas del IES marcó la diferencia: “Fue a hablar a nuestra clase y a consultarnos si ya sabíamos qué hacer. Le conté sobre mis opciones, hablamos un rato entre todo el curso, y unos días después me llamó para hablar mejor a solas. Me preguntó qué era lo que a mí realmente me gustaba, qué me hacía feliz y cómo me veía en unos años. Yo aún no sabía qué quería, pero esa charla fue de mucha ayuda. Creo que sus palabras fueron ‘¿preferís elegir una carrera que te va a dar mucho dinero pero no te va a gustar, o vivir tu vida con la carrera de tus sueños, que quizás cueste el día a día, pero que te va a gustar y a ser parte de tu felicidad?’”. Quienes disfrutan las delicias de “Cande Pan y Pasteles” ya conocen la respuesta.

“Cande Pastelería” está hoy en el podio de las recomendaciones de quienes conocen la gastronomía de Villa Carlos Paz. Ese éxito es el resultado del ejemplo que Candelaria encontró en sus padres sobre cómo desarrollarse comercialmente, cómo esforzarse, a la vez que encontraba una gratificación especial en ver los resultados de su propio trabajo. Tampoco fue fácil poner en marcha su negocio y su local, pero fueron sacrificios que Candelaria estaba dispuesta a hacer. Uno de los factores principales que colaboran actualmente en su éxito comercial es la dedicación: “Yo estoy ahí adentro al 100%, yo soy la que planifica la semana, los proveedores, los pedidos, etc. Poco a poco voy delegando, pero no es una tarea fácil. Siempre me van a encontrar trabajando y espero que así sea por mucho tiempo porque es lo que amo”. La familia, una vez más, se lleva gran parte de responsabilidad en el crecimiento comercial y profesional de Candelaria: “Todos están para apoyarme siempre. Aunque solo se vean tartas y cookies, detrás hay una montaña rusa de emociones, sentimientos y desafíos, y los logro pasar gracias al apoyo de mi familia”.
La aventura de tener su propio emprendimiento y comercio no estuvo exenta de miedos, que para Candelaria fueron el obstáculo más grande. Aunque los medios no estuviesen claro, el objetivo brillaba al final del camino: “Mi sueño es tener mi pequeño taller donde crear tortas hermosas, simple, chiquito pero que sea mi espacio”, le dijo a su familia. Un mes después, Candelaria firmó contrato para su local, lo acondicionó, y el 18 de septiembre de 2019 abrió la primera pastelería de Villa Carlos Paz. La pastelera recuerda que en más de una ocasión lloró por temor, por ver que había invertido todos sus ahorros en su proyecto: “Sabía que no era una buena idea porque no estaba el país en el mejor momento económico, pero ¿cuándo lo está? Justo esos meses el dólar subía y subía y subía, y el miedo era mayor. Creo que eso fue lo más difícil de todo”. Como si eso no fuera suficiente, Candelaria tuvo que afrontar la crisis que trajo la pandemia, un momento muy crítico que le hizo pensar que su comercio podía estar en riesgo. Afortunadamente, siempre pudo salir adelante.

Pensando en el futuro, Candelaria tiene varios proyectos en mente, y todos incluyen seguir en el rubro pastelería. La pandemia la obliga, como a muchos, a ser más cautelosa: “Por el momento vamos a quedarnos donde estamos, siempre renovando nuestro catálogo. Esta pandemia interminable me hace elegir la estabilidad por ahora”. Lo único cierto es que esos proyectos contarán con el apoyo de su equipo de trabajo y de su familia, que siempre está dispuesta a que “Cande Pan y Pasteles” crezca cada vez más.
Nota de la editora:
Estimado lector: son tantos nuestros egresados que están haciendo cosas interesantes que seguramente nos vamos a olvidar de un montón de ellos. Si conocés a algún egresado del IES cuya historia pienses que valga la pena contar o si te parece que tu propia historia como egresado es valiosa para presentar en esta sección de Modo IES, no dudes en escribir a: larevistadelies@gmail.com.