Los estudiantes del IES se caracterizan por ser curiosos y por buscar siempre nuevas formas de expresarse y de explorar la creatividad. Algunos lo hacen con ayuda de sus profesores, pero otros se animan solos a dejar la imaginación y la inspiración vuelen. Bianca Daponte Gagliardo es una de las alumnas que elige expresarse a través de la poesía, un género en el que se siente especialmente cómoda. En esta ocasión acercamos dos de sus poemas.
Mi faro

Iluminás mi alma,
al compás de tus palabras.
Me guiás a la cima
para verte ahí arriba.
Me abrigás con tu calma
mientras te entrego mi alma.
Sos la luz que me lleva al paraíso,
un lugar en el que quiero quedarme
si es contigo.
Tu luz me abriga y me saca el frío,
mi mente se despeja de cualquier tormenta
y toco las estrellas con tu presencia.
Te siento a mi lado con cada palabra,
alegrando mis mañanas
y devolviéndome tus caricias.
Con vos estaría en cualquier lado, mientras me estés acompañando
.
.
El peso del tiempo

Todos fantaseamos con detener el tiempo,
para poder descansar un poco más
o para poder pensar con claridad.
El tiempo dejó de valer, en ese momento
en el que “5 minutos más”,
ya no eran nada.
Cinco minutos después el vacío va a seguir existiendo
y no importa cuantas veces se vuelvan a repetir,
el vacío siempre va a existir.
Intentamos seguir adelante, sin mirar el reloj,
pero el paso de las agujas nos pesan,
nos presionan,
nos dejan con ganas de más.
Y cuando las agujas parecen no volver a girar
es cuando sentimos la soledad
y el vacío de vivir siempre la misma realidad.
De repente, las ocho se sienten como las cuatro
y no hay tiempo,
nunca hay tiempo,
y cuando creemos que sí lo hay,
algo falta
algo no se va,
algo no pasa.
Si la vida fuera como un reloj de cuerda,
con agujas que giran y un ciclo que se reinicia,
la vida sería aburrida
como bailar al compás de la misma sinfonía.
Y estaríamos condenados a vivir en una
singularidad constante de pensamientos recurrentes
que casualmente,
llegan a la misma hora
a la misma vuelta
en el mismo Tic Tac
Tic tac.