Lucas Bur, un alumno del IES en la Selección de Rugby de Córdoba

Los alumnos del IES se distinguen por la iniciativa y compromiso para explorar sus intereses, colaborando en la construcción de una escuela con mucha variedad y estímulos. A pesar de su corta edad, algunos estudiantes ya sobresalen en áreas como las deportivas, cosechando los primeros logros de un futuro prometedor. Ese es el caso de Lucas Bur, quien recientemente quedó en la Selección de Rugby de Córdoba.

Además de estar contento y entusiasmado, Lucas está sorprendido, ya que la decisión de ser convocado lo tomó desprevenido: “Fue bastante inesperado porque fue de un día para el otro. Me llaman un miércoles a entrenar a Córdoba, para jugar un torneo acá en el club de Carlos Paz. Me llaman, voy a Córdoba, y al otro día nos dan la lista de quienes habían quedado, y me tocó quedar a mí con un par de compañeros más del Carlos Paz Rugby Club. Fuimos del miércoles al jueves a concentrar en un hotel hasta el domingo, que fue el último partido”.

Mientras todavía procesa el logro obtenido, Lucas trata de imaginar con un poco de incertidumbre cómo sigue su carrera de ahora en más: “A partir de ahora es el seleccionado M-18, que sería el año que viene. Yo creo que nos pueden llegar a tener en cuenta para ir a entrenar y ver qué onda, pero eso es suerte y quedar, y nada más”.

Este objetivo es alcanzado por Lucas luego de varios años de entrenamiento y hasta de un legado familiar: “Juego al rugby desde que tengo seis años. Mi papá jugaba al rugby, jugaban mis hermanos. Empecé por descubrir deportes, también jugué al básquet y al fútbol, pero el rugby fue el que más me gustó y, bueno, desde ahí no paré de jugar nunca”. Al pensar en una carrera profesional, a Lucas se le ilumina la cara y se vuelve bastante ambicioso: “Me encantaría, la verdad, yo apunto a eso. Estoy intentando hacer todo lo posible porque suceda eso y dedicarme a jugar al rugby y vivir del rugby”.

Detrás de sus ambiciones y logros, hay un exigente entrenamiento. Lucas entrena dos veces por semana en el club, y tres veces por semana va al gimnasio para complementar: “La verdad, estoy toda la semana entrenando para jugar”, sintetiza. Con semejante dedicación de tiempo al deporte, a veces resulta difícil para Lucas estar bien al día con las tareas escolares, especialmente por cuestiones de organización horaria: “Los entrenamientos son hasta bastante tarde en la noche, y si hay para estudiar en alguna prueba, yo llego muerto a mi casa y es muy difícil”, explica.

A la hora de destacar las cualidades que destacan al rugby sobre otros deportes, Lucas no lo tiene que pensar demasiado: “A mí personalmente el rugby me gusta porque es un deporte muy de grupo. Es un juego muy de contacto, muy de técnica”. Si bien es consciente de que es un deporte donde el cuerpo puede llevarse la peor parte, Lucas explica que todo forma parte del entrenamiento: “Se va al gimnasio para tener el cuerpo bastante fuerte, porque sí, es un deporte bastante bruto. El gimnasio te ayuda para no golpearte, porque si no, sí te estarías golpeando todo el tiempo”.

Los pasos que Lucas viene siguiendo desde hace años hacen pensar en un futuro promisorio para este alumno del IES. Será la misma disciplina y compromiso lo que lo acerque a sus objetivos personales.

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