La escuela es un espacio de formación en distintos sentidos y, especialmente, un lugar de socialización entre pares. Esos encuentros se convierten a menudo en grandes amistades que se reservan un lugar especial en los recuerdos de los años de adolescencia. En casos como el de Agustín Pittinari y Fabrizio Vannini se transforman en una sociedad profesional. Estos egresados se destacan en el IES por haber mantenido una amistad con el paso de los años, hasta convertirse en dos abogados con un estudio jurídico propio.



Agustín y Fabrizio egresaron en 2012, como Bachilleres con Orientación en Ciencias Sociales y Orientación en Ciencias Naturales, respectivamente. Si bien no fueron compañeros de curso, en 2° año entablaron una amistad a través de un amigo en común. Agustín recuerda: “Yo venía de un pueblo del interior de Córdoba en el año 2007, y justo arranqué el secundario en el IES, por lo que era todo nuevo para mí. Fabrizio ya venía cursando desde Jardín de Infantes en el colegio, por lo que de a poco me fueron integrando en su grupo de amigos”. Así fue como estos dos amigos empezaron a compartir sobre todo los recreos y, como muchos alumnos hacen hoy en día, se reunían en el kiosco que está frente al IES, que en ese momento se llamaba “Firulais”. De a poco fueron compartiendo cada vez más espacios por fuera de la escuela.
Una vez finalizado el colegio secundario, eligieron una carrera que los volvió a unir, aunque los caminos fueron diferentes. Agustín explica: “Yo venía de familia de abogados y es por esto que en realidad no sé si me marcó algún docente en mi elección. Sí puedo decir que nos incentivaban a seguir lo que realmente nos guste y nos daban mucha libertad en ese sentido y es algo que valoro muchísimo”. Por esa razón, Agustín recuerda con mucha estima a los docentes y preceptores que conoció en el IES. Fabrizio, por su parte, tuvo otro recorrido. Sus primeros intereses lo orientaron hacia la Arquitectura, ya que los integrantes de su familia se formaron en esa carrera. Sin embargo, cuenta Agustín, “Fabrizio asistió a una charla vocacional brindada por la Universidad Nacional de Córdoba vinculada a Abogacía y decidió seguir por ese camino, que nos llevó hoy en día a ser colegas y socios”.


Desde 2020 Agustín y Fabrizio tienen su propio estudio jurídico, Pittinari & Vannini. Estos jóvenes abogados se encontraron compartiendo nuevamente un espacio, ahora desde lo profesional: “Comenzamos en 2020 a trabajar juntos en un estudio jurídico de la ciudad de Villa Carlos Paz. Si bien traíamos ya una amistad de muchos años, tuvimos la posibilidad de conocernos en el ámbito laboral, lo cual fue muy importante para nosotros y nos incentivó a seguir ese rumbo”. Con un año de experiencia ganada, los abogados se animaron a dar el gran salto: “A mediados del año 2021 decidimos dar un paso al costado del estudio donde estábamos para afrontar un nuevo desafío y emprender en nuestro estudio jurídico”.
Además del detalle de que son grandes amigos que se conocen desde muy chicos, resulta interesante destacar el trabajo profesional de ambos por tratarse de un estudio jurídico orientado al derecho deportivo. Así, Agustín y Fabrizio encontraron en el deporte otro punto de contacto: “Compartimos una pasión que tiene que ver con el deporte en general. Habiéndolo practicado toda nuestra vida, en mi caso fútbol y en el de Fabrizio por el lado del básquet, comenzamos a interesarnos por la rama de derecho deportivo”. Esta decisión implicó que ambos profundizaran sus estudios a través de una Diplomatura en Derecho y Gestión Deportiva, dada por el Colegio Público de Abogados de Capital Federal: “Teniendo en cuenta esto, la idea era proyectar en el futuro nuestro estudio jurídico para ese ámbito del derecho que nos apasiona”, explica Agustín.
El Derecho Deportivo es una rama bastante reciente, según las propias palabras de Fabrizio: “Tiene alrededor de treinta años, surgió con la profesionalización del deporte y del dinero que circula en el ámbito. Es una rama que principalmente trabaja cuestiones laborales como las contractuales, porque se considera que son contratos de trabajo”. Uno de los aspectos que Fabrizio resalta como atractivas de esta especialización es su alcance: “Lo más lindo que tiene la rama es que es algo internacional. Si bien el Derecho es dictado por la soberanía de cada país, tiene un origen común en el derecho romano germánico, y eso hace que las reglas de entendimiento sea comunes a todos”. Así, para estos abogados es habitual tener reuniones de trabajo con profesionales de España, México, Chile, Uruguay, Perú, Brasil, entre otros: “Eso es muy atractivo porque uno conoce diferentes culturas. Es algo muy lindo que nos tiene muy entusiasmados porque es una rama que cada vez crece más”, reconoce Fabrizio. Si bien la experiencia personal de cada uno influye en el conocimiento profesional, no se reduce a sus intereses: “Desde la experiencia que tuve en el básquet y que tiene Agustín en el fútbol, intentamos complementarnos y hacernos fuertes en esos dos deportes, pero igual es algo que repercute en cualquier deporte”.
Las amistades que inician y crecen en el IES pueden durar unos pocos años y ser pasajeras, o pueden ser el comienzo de grandes sociedades que, como la de Agustín y Fabrizio, permiten un notable desarrollo profesional.