Eugenia D’Angelo, personal de la Administración del IESS, donó una Bandera de Córdoba

El IES es una de las escuelas que integran el IESS, una relación de pertenencia que se traslada al sentimiento de quienes trabajan en las distintas reparticiones de la Institución. Eso se evidencia no solo en el trato cotidiano, sino también en aquellas acciones que pueden parecer pequeñas o casuales pero que encierran un profundo afecto y respeto por el lugar de trabajo. Movida por estos sentimiento, Eugenia D’Angelo, una de las trabajadoras de la Administración del IESS, donó una Bandera de Córdoba para que todas las escuelas de la Institución puedan utilizarla en sus actos escolares.

Años atrás, Eugenia ya había donado una Bandera Nacional a modo de agradecimiento al IESS por recibirla y permitirle crecer laboralmente: “Entré primero en la Recepción, y tuve un poquito más de contacto que ahora con los chicos. Y más allá del trabajo, las tareas que yo hacía, el cariño con los niños fue el que más me acercó a la escuela”, recuerda. Su acercamiento a ellos le permitió atesorar varios momentos que incluso se trasladaron a su familia: “Recuerdo que llegaban los chicos de 1° grado para que les ayudara a sacarse el primer diente. Venían mis hijos también”. Por esta razón, explica, “quise como agradecimiento donar una Bandera de ceremonia de Argentina. Leí unas palabras en un acto y estuvo muy lindo”.

Meses atrás, en conversación con el Prof. Martín Martínez, Eugenia se enteró de que faltaba una Bandera de Córdoba y decidió aportar nuevamente su granito de arena. Una vez más, su gesto estuvo movilizado por el amor y el respeto hacia los estudiantes: “Los chicos se sacrifican con el estudio y la dedicación para decir ‘Logré mi bandera, ser abanderado’, y no poder asistir a un acto, era como no cerrar eso”. Además, precisa Eugenia, portar la bandera les permite a los alumnos tener la posibilidad de representar con orgullo a su escuela.

Debido al trabajo que realiza, Eugenia es muy conciente de la situación económica del IESS y puede con certeza estimar el costo que representaría para la Institución un gasto semejante: “Por la situación económica de la escuela −los gastos que se pagan por prioridad−, no había en este momento posibilidades de pagar una bandera. Así que me puse en trámite a ver si podía conseguir, para que los chicos pudieran estar presentes como abanderados en los actos”. Eugenia cuenta con familiares que trabajan en el Gobierno Provincial, quienes entendieron la situación particular del IESS y decidieron responder el pedido. En otra ocasión, Eugenia también intercedió para que otra escuela de la ciudad tuviera su bandera: “La idea de que una escuela no tenga su bandera es muy triste”, subraya.

A modo de conclusión, destaca lo importante que fue para ella poder ayudar a la Institución en la que se desempeña laboralmente, un trabajo que la interpela también emocionalmente: “Realmente tengo puesta la camiseta del colegio, y tengo más allá de eso un cariño. Siempre en lo que pueda ayudar, voy a estar. Son muchos años de trabajo, más de once, y quiero mucho a la escuela”, manifiesta Eugenia.

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