Divididos en dos grandes grupos, los alumnos de 3° año vivieron una de las experiencias más formativas del IES en términos de salida educativa. Durante dos días, los estudiantes acamparon junto a sus docentes y preceptores en el camping de Cuesta Blanca, para conocer y vivir el entorno natural con responsabilidad.








La propuesta de extensión educativa se dirige a revalorizar las actividades de Vida en la Naturaleza, en tanto permiten a los estudiantes un acercamiento al impacto que la actividad humana tiene en el medio ambiente. Al mismo tiempo, dichas actividades se encaminaron a promover en los alumnos el aprendizaje para su cuidado y preservación. La dimensión grupal y colectiva que reviste esta actividad permite un desarrollo de tareas que refuerzan la cooperación y solidaridad entre pares y adultos. En ese sentido, resulta indispensable trabajar los vínculos de confianza y empoderamiento de los alumnos que, junto con la modificación de climas instituciones, planteen escenarios de trabajo donde se puedan reescribir los vínculos entre adultos.






El primer día, luego de armar las carpas, los alumnos realizaron una caminata al sendero Bosquecito Serrano. Allí se trabajó con el concepto de impacto y con las características del bosque. Durante el camino se hicieron pausas, en las que los estudiantes detectaban distintos tipos de impactos ambientales, al tiempo que señalaban las características del bosque autóctono.
A continuación se realizaron dos actividades. La primera fue de sensopercepción, cuyo objetivo fue que los estudiantes activen otros sentidos que no sean la vista y que ejerciten la confianza. La segunda fue de orientación, para que los alumnos aprendan a detectar puntos cardinales, ayudándose de los indicios de la naturaleza. Ese mismo día, tuvieron una clase sobre cómo armar un fogón, que prepararon al caer la noche. En ese momento, también compartieron canciones y representaciones que habían preparado en grupo.




El segundo día se desarmaron las carpas y a continuación hicieron una caminata bordeando el arroyo San Pablo, desembocando en la Playa de los Hippies. En el trayecto, los alumnos aprendieron sobre los pueblos originarios gracias a las instrucciones de los guías. La explicación estuvo acompañada de la prueba de distintas hierbas que fueron encontrando en el entorno. Otra actividad consistió en utilizar unas láminas con palabras, para formar imágenes que reflejen las emociones que les despertaba el camino y lo que estaban viviendo. Una vez que llegaron a la playa, hicieron juegos acuáticos y en la arena.
La actividad de cierre fue crear una historia que recuperara lo más significativo de los dos días de campamento.