No existen caminos predeterminados en relación al “después” de la escuela secundaria. Hay quienes continúan un camino de formación tradicional, y hay quienes que, como Felipe Bosch, improvisan en su vida y en el escenario. Formado en actuación, guion y dirección, este egresado del IES se dedicó a cultivar el arte escénico y la música. Como si fuera poco, hoy se encuentra detrás de las cámaras de Gran Hermano, seleccionando el contenido que luego se ve en pantalla.
Felipe egresó en 2017 como Bachiller con Orientación en Economía y Administración. Entre los docentes que tuvo en su orientación, el primero que Felipe recuerda con cariño es Claudio Martina, a quien los alumnos se refieren como “Chochito”: “Me parece un muy buen ejemplo en el rol de docente, como educador en general y no simplemente dedicarse a dictar palabras para memorizar y copiar tal cual en los exámenes”. Este docente también le trae a Felipe recuerdos desde lo personal: “Todos los viernes jugábamos al fútbol. A la mañana te sacabas un 3 y a la tarde le dabas un pase gol. Ahí empecé a entender un poco lo que es el respeto mutuo, sin importar la jerarquía”, agrega. Las clases de Martina eran, según Felipe, un espacio en el que todos eran iguales, sin que nadie sea inferior y sin autoritarismo, algo que para él es fundamental a transmitir a estudiantes de secundaria.
Al egresar del IES, Felipe tuvo una formación que él mismo denomina “poco ortodoxa”. Durante el secundario, se dio cuenta de que no disfrutaba pasar mucho tiempo dentro de un aula como parte de su rutina, y que tenía la cabeza puesta en la actuación. Al mudarse a Buenos Aires, no tenía en claro dónde formarse, así que hizo su propia investigación: “Se me ocurrió ir a ver obras de teatro y esperar a que los actores salgan después de la función para preguntarles dónde estudiaron. Así terminé en la escuela de Nora Moseinco, donde conocí a mi profesora actual, Guillermina Picco. Desde hace cuatro años entreno con ella”. Pero eso no fue suficiente para Felipe. También estudió por internet con profesores de otros lugares del mundo y comenzó a estudiar guion y dirección: “Nunca fui a una facultad ni está en mis planes. Creo que dependiendo los objetivos de cada uno hay alternativas mucho mejores y más lindas, no hace falta que todo sea tan escolar”, explica.
De todas sus experiencias como actor, una de las más formativas fue rebotar en castings. Si bien puede ser una experiencia desalentadora, Felipe aprendió a capitalizar sus vivencias, y fue así como llegó a actuar en publicidades de grandes marcas: “Tuve la oportunidad de trabajar con Andy Fogwill para una campaña de Coca-Cola México y no sé cómo logré entrar en la agencia Elizalde Pereyra”, agencia a la que pertenecen figuras como Nicolás Furtado, Martín Piroyanski y Cecilia Roth. A partir de ese momento, Felipe empezó a trabajar en ficción. La primera oportunidad fue en una producción de Quique Estevanez y luego en Pol-Ka en la tira “La 1-5/18”.
Actualmente, Felipe trabaja en un lugar al que nunca hubiera imaginado llegar: Gran Hermano. Allí, este actor se desempeña como guionista, aunque en realidad no es el término adecuado para su rol: “No sé si está bien utilizada la palabra ‘guionista’ porque no hay un guion en sí, no está planificado lo que hacen los participantes, es un reality 100% legítimo. La función sería la de observar y escuchar todo lo que pasa dentro de la casa, literalmente la tarea de Gran Hermano”. Felipe explica que hay tres equipos conformados por tres guionistas, directores y operadores de robótica que se encargan de descubrir y decidir qué situaciones son relevantes para transmitir y registrar. Su trabajo diario consiste en “ocho horas de estar pegados a los monitores, observando absolutamente todo lo que pasa. De ahí se informa a los jefes y productores, ellos tienen la decisión final de qué sale al aire”, precisa.
Cuando no está actuando o mirando la casa de Gran Hermano, Felipe se dedica a la música. En su primer año de teatro conoció a Agustín, con quien empezó a formar una banda que se convirtió en “Los muertos no manejan”. Felipe es uno de los guitarristas, que se complementa con Pedro en la batería y Pelandro en la guitarra de cuatro cuerdas: “Estamos a punto de sacar nuestro álbum debut, del cual ya está disponible en todos lados el primer single, ‘Yorgos’”.


Además del lanzamiento del disco de su banda, Felipe está trabajando en un cortometraje y en un largometraje con amigos, todo hecho a pulmón: “Con suerte uno ve la luz antes de fin de año, el otro no me animo a hablar”, adelanta.
Al recordar su paso por el IES, Felipe reconoce que la escuela dejó una marca en él que siempre va a estar presente: “Varios de mis mejores amigos los conocí en ese lugar. Desde los 4 a los 17 años viví ahí. No es un decir, mi casa quedaba frente al colegio”. Por eso para quienes lo recuerdan como alumno de esta escuela, Felipe es un ejemplo de estudiante que supo armar su propio camino, siguiendo su pasión y su inspiración. Desde el IES, estaremos al tanto de sus logros.