“¿De qué se trata el fenómeno de los ‘bookfluencers’?”. Estefanía Farías analiza el fenómeno de las redes sociales

Existe la creencia de que los adolescentes ya no leen, absorbidos por las redes sociales y la sobreabundancia de estímulos tecnológicos. Como toda creencia, no resulta una verdad absoluta, sino una opinión que puede y debe ser revisada. No solo hay adolescentes apasionados de la lectura sino también, lo que resulta más interesante todavía, adolescentes que se detienen a reflexionar sobre el acercamiento de los jóvenes a la literatura. Este interrogante es el que despertó la curiosidad de Estefanía Farías, alumna de 6° año B, quien se propuso analizar uno de los fenómenos más recientes que conjuga literatura y redes sociales.

¿De qué se trata el fenómeno de los ‘bookfluencers’?

Para empezar a explicar y desarrollar el fenómeno que representa esta movida, tenemos que ir al inicio de todo. El término “bookfluencers” refiere a todas aquellas personas que mediante una red social se dedican a generar contenido sobre literatura.

La movida inició con una aplicación llamada Wattpad, una plataforma para lectores y escritores que está vigente desde el año 2006, y que solamente en Argentina cuenta con aproximadamente un millón de usuarios. Se masificó, en gran parte, por la influencia e intervención de las redes sociales en los jóvenes.

Lo interesante de la aplicación es que fue una de las primeras en las que se podía leer y publicar de manera gratuita novelas, cuentos, fanfiction, etc., pero trascendió de forma tal que actualmente cuenta con veintidós géneros para que tanto los escritores como los lectores puedan tener una alta variedad de categorías. Por otro lado, el segundo factor interviniente es la Generación Z (las personas nacidas entre 1994 y 2010), que prácticamente nacieron y crecieron en plena masificación tecnológica y en el auge de las redes sociales. Y por último, las mismas redes sociales, que como tales, son las protagonistas del mercado editorial juvenil.

En todo este mundo digital coexisten recomendaciones de libros, escritores que notan una oportunidad para divertirse y hacer reconocer su trabajo (teniendo la posibilidad de ingresar al mundo laboral) y lectores adolescentes que anhelan interactuar con otros usuarios e incluso con los autores de sus libros favoritos.

Pero la verdadera explosión de los bookfluencers fue hace relativamente poco. Los booktubers mediante YouTube junto con los bookgramers en Instagram lograron hacer de su hobby una vocación y una profesión, abriendo paso en un camino pionero en su momento. Pero la red social que sobresalió completamente fue TikTok, cuya expansión se dio durante la crisis sanitaria desatada por el COVID-19. Con un estilo marcado por la producción de videos cortos y dinámicos, funcionó como un escape del encierro y las emociones negativas que conllevaba. Algo muy importante a resaltar antes de seguir es que ninguna red social reemplaza a las anteriores, sino que se suman, cada una representa y otorga algo distinto.

Los booktokers se encargan de recomendar lecturas, anunciar lanzamientos, hacen humor para fanáticos de los libros y, en general, cuentan con una cercanía hacia la audiencia que hasta el momento no se había logrado. Existe la creencia de que fue principalmente por dos razones que los caracterizan: la primera es que al ser adolescentes y jóvenes hay una confianza única, como una especie de lazo entre pares; y la segunda es que constantemente se refieren a los sentimientos que les provoca la historia, es totalmente novedoso y distinto, porque no hay una reseña como tal sino que hablan de lo que les genera leer las obras. Parece insignificante pero en un mundo de marketing y publicidades engañosas, gestos genuinos como hablar sobre los sentimientos que los iban atravesando a medida que avanzaban con la lectura se vuelve un detalle inmenso. Dan a notar una comunicación relajada, con mucha credibilidad y no critican desde la superioridad, sino que dirigen la reseña desde la empatía, los sentimientos y las emociones, lo que a su vez genera una audiencia sólida y con un nivel de interacción muy fuerte.

Esto ha sido ampliamente demostrado por los números de la industria editorial, que dejan ver que el sector juvenil es uno de los que más creció en los últimos años. Son una fuerza impulsora capaz de llevar libros nuevos, antiguos, descatalogados o que están hace mucho tiempo en el circuito de la lista de los más vendidos, impactando casi directamente con las ventas, cuya demanda se dispara.

El rol tan activo que tiene la tecnología no es suficiente para ser un sustituto del libro físico, funcionando como un complemento que desde sus inicios aficionó a muchos jóvenes por la lectura siendo una puerta de entrada al increíble mundo de la literatura, despertando sentimientos como la curiosidad y la pasión por ésta.

Cuenta con más beneficios de los ya mencionados, ya que el catálogo de libros electrónicos resulta mucho más amplio, lo que les permite explorar nuevos géneros y autores, siendo más fáciles de transportar debido a que se puede hacer desde un solo dispositivo.

Pero lo importante en realidad está en que sea cual sea el soporte y el género que se elija, sin duda los libros son una estupenda herramienta para viajar a mundos lejanos o imaginarios sin necesidad de movernos del sofá, son un escape y un respiro de aire fresco de la realidad. Una sensación que algunos recuperaron durante los momentos más duros de la pandemia y a la que, ahora que todo parece volver a la normalidad, no quieren renunciar.


Bibliografía:

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